miércoles, 11 de febrero de 2009

Algunos Apuntes Sobre Política Comparada

Grande fue mi sorpresa este semestre cuando la Doctora Alejandra Ripoll que actualmente me dicta Política Exterior Comparada nos explicó el método comparado. Ahora bien, lo que si no va a ser una sorpresa son las malas notas que, a causa de mi casi completa ignorancia acerca del método comparado, voy a obtener. Esta entrada tiene como objetivo, primero, ubicarlos a ustedes en el método por excelencia de la Ciencia Política (C.P.). Segundo, que entiendan cuán importante y práctica es la comparación en el análisis de los sistemas políticos (ss.pp.). Y, tercero, que si el siguiente semestre ven materia con Ripoll (unos dirán: Dios no lo quiera!) (1) no les dé tan duro la comprensión del método comparado utilizado no solo en Ciencia Política sino en las Ciencias Sociales en general.
Estos apuntes pueden ser complementados con un escrito de Sartori (1991) si así lo prefieren, si no ya tendrán tiempo el otro semestre para leerlo. De todas formas, la base conceptual de este escrito está presente en el escrito de Urbani (2002: 1225 – 1229). En este orden de ideas, la presente entrada se dividirá en 4 secciones (las mismas de Urbani) que permiten una mejor comprensión de nuestro tema en cuestión. Empecemos pues por el principio.

1. Nociones de Política Comparada (Perspectiva de la Ciencia Política Contemporánea).
Una definición de política comparada (p.c.) tiene que ver con cómo y qué se compara. De un lado, el cómo hace referencia a la p.c. como método de control, de verificación empírica de hipótesis, generalizaciones y teorías de fenómenos políticos. De otro lado, el qué se compara hace referencia al campo de la p.c., es decir, a aquellas observaciones realizadas por los politólogos a múltiples países (2) o áreas geográficas (regiones). Asimismo, el campo delimita y determina el ámbito de interés en el estudio.

En este sentido, encontramos que campo y método destacan las distintas razones que orientan los diferentes tipos de indagaciones comparadas. Ahora bien ¿qué indagaciones?:
1. Las que comparan 2 o más países.
2. Las que están basadas en criterios metodológicos que intentan establecer la validez de las generalizaciones referentes a las comparaciones don diferentes régimen.

Pero esto no es para lo único que sirve distinguir entre el cómo y qué se compara. Se pueden encontrar, entonces, otros usos corrientes. En cuanto a lo que se compara (el campo) permite:
· Indagaciones no viciadas por perjuicios etno-céntricos (experiencias nacionales propias)
· La confrontación de Instituciones Políticas (estructuras constitucionales)
· La comparación de las funciones desempeñadas por las distintas estructuras.

En lo referente al cómo (método de control) se puede ubicar el procedimiento de medición y la cuantificación de conceptos.

2. ¿De dónde viene todo este rollo de la p.c.? y ¿Cuáles son sus objetivos?.
Los inicios de la comparación como método (en sentido general qué y cómo) de la C.P. pueden ubicarse en los análisis que nos han sido legados desde Aristóteles pasando por Maquiavelo y Montesquieu. Entonces, se puede establecer, que lo nuevo en la perspectiva de la ciencia política contemporánea son los objetivos y las condiciones (al respecto Urbani cita a Eckestein y Apter, 1963). Cuestiones que surgen dentro de la ciencia en los 50’s con la necesidad de superar 3 limitaciones que se presentaban. Esas limitaciones eran:

1. Surgen nuevos países con estructura política atípica al modelo constitucional-pluralista (por ejemplo, democracias en Estados comunistas y el tercer mundo). De esta forma, no se podían establecer comparaciones significativas.

2. Era necesario superar los conceptos eurocéntricos (por ejemplo, conceptos jurídico-institucionales propios de escuelas como la francesa) que no describían la realidad político-informal de sociedades con diferente estructura constitucional.

3. Por último, hay una facilidad creciente para encontrar información. Pero entonces, ¿Cuál es el video, si al caso tener más información no implica luego un mejor conocimiento de la realidad? Sí y no, este ítem puede ser considerado como un arma de doble filo. Por supuesto, se ampliaba el horizonte de referencia pero surge un aumento en el estado de congestión y confusión de conocimientos; de esto, que surja la necesidad de separar los datos homogéneos de los heterogéneos que es una de las condiciones para comparar bien.

Dado el marco histórico pasemos a analizar lo concerniente a los objetivos. El principal objetivo es que las leyes sean objeto de control (3) a partir de lo empírico (4) que provee los medios para someter a prueba hechos, hipótesis, generalizaciones y teorías. Ahora bien ¿cuáles son esos medios? Son los diferentes métodos de control utilizados en C.P. (5):

1. Método Experimental: En la C.P. se usa en raras ocasiones. Dispone de 2 o más casos aislados, observables en momentos sucesivos y manejables.

2. Método Estadístico: Para ser aplicado, exige la disponibilidad de casos cuantificables y muy numerosos.

3. Método Histórico: Es más amplio pero menos obvio el análisis. Es débil como control empírico. Así, la indagación historiográfica está dada por dos momentos o fases que deben ser separadas.

a. Nomotécnico o el generalizador que es congruente con la C.P.

b. Ideográfico o individualizante que no es congruente con la C.P.

4. Método Comparado: Es más fuerte que el histórico y el que se utiliza con mayor frecuencia en C.P.

3. Problemas metodológicos de la comparación. Las Condiciones.
El problema fundamental que se puede presentar es que, al realizar los estudios, se comparen fenómenos que no sean comparables entre si. Si bien la finalidad de la comparación es el control de las generalizaciones, se debe estar pendiente de que los hechos adoptados para comprobar x aseveración sean verdaderamente casusas asimilables de efectos asimilables (6).

Entonces, ¿Cómo Proceder? Acerca de esto aún persiste un gran debate pero hay concordancia acerca de 4 procedimientos.

1. Clasificación. Poner en orden una realidad multiforme. Es decir se deben fijar criterios que permitan:

· Distinguir entre fenómenos aparentemente similares.

· Distinguir entre fenómenos que presentan atributos tan enredados que generan confusiones.

En una palabra, saber lo que significa realmente cada concepto.
2. Generalización y Relevancia Empírica. Se deben usar, al mismo tiempo, conceptos que sean “capaces de viajar” (que definan instituciones y comportamientos políticos para países con regímenes diferentes) y “recolectores de hechos (que definan atributos susceptibles a observación empírica). A pesar de que encontrar un equilibrio no sea fácil, se debe intentar respetar estas dos normas.
Pero, ¿Cuál es peligro de encontrar el equilibrio? La pregunta tiene dos respuestas.
· Que el concepto sea tan amplio sea tan amplio que no describa algo específico de gran importancia. Es decir, se deben evitar las abstracciones que no se puedan verificar.
· Finalmente, puede suceder que el concepto defina un fenómeno de manera muy específica que resulte inútil para establecer comparaciones. Entonces, no se debe trabajar con definiciones que denoten un solo e irrepetible fenómeno.
3. Observación de los contextos políticos. Examinar en qué modo los respectivos contextos políticos de los países objeto de estudio, inciden sobre el fenómeno que es objeto de estudio. Lo que es debido preguntarse aquí es hasta qué punto es válido considerar las diferencias políticas ambientales como irrelevantes respecto del acontecimiento. Pero, ¿cómo hacerlo? Se deben agrupar los países que en cuanto a la historia, cultura política y desarrollo económico parecen lo mismo.
El problema de este tercer procedimiento es, que se considere irrelevante lo que no podría serlo en otro contexto. ¿La solución? Se debe tener en consideración las relaciones que median en cada contexto entre el sistema total y el fenómeno considerado. Esto es, aplicar lo que en C.P. se llaman teorías de conjunto que son la fuente de las teorías del sistema político (s.p.).
Estas teorías de s.p. son importantes en la medida en que permiten observar distintos contextos de distintos Estados. Esto, a través de una misma óptica y a través de un marco de referencia común. En resumen, son importantes porque ofrecen la posibilidad de arrojar luz sobre aspectos que a primera vista parecen irrelevantes.
4. Uso racional de las técnicas de investigación. Este no posee mayor problemática, lo que se debe hacer aquí es recurrir en lo posible a procedimientos de recolección de datos que, en cierta medida, ofrecen mejores parámetros de parangón.
4. Aplicaciones y desafíos
La p.c. es importante porque:
1. Favorece notablemente el conocimiento de fenómenos políticos (aplicaciones científicas) y permite:
a. aumentar el grado de validez de sus mismas afirmaciones
b. plantear un espectro amplio de hipótesis significativas de trabajo para los estudiosos. Esto teniendo en cuenta dos objetivos.
· Formar nuevas hipótesis, generalizaciones teorías. Es decir, la comparación como estrategia de verificación de las condiciones que hacen posible un acontecimiento o que determinan el funcionamiento de una institución.
· Controlar el ámbito de validez de cualquier teorización que tenga forma de ley.
Estos dos objetivos nos ofrecen la posibilidad de encontrar criterios de asociación existentes entre fenómenos que pueden hallarse en los ss.pp. y diferentes épocas históricas.
2. Asimismo, la p.c. favorece notablemente nuestros conocimientos para nuestro comportamiento políticos como ciudadanos (aplicaciones prácticas). Esto es, que la p.c. permite disminuir riesgos de la experimentación en la “oscuridad” (tanto para los gobernantes como para los ciudadanos que son llamados a juzgar a quienes gobiernan) ya que mejorar los propios conocimientos conduce a, primero, actuar con un dominio cada vez mayor de los propios actos. Y, segundo, nos establece un modo de pensar, a través de la comparación, que permite aprender de las experiencias de los demás atesorando las lecciones que pueden provenir de otros ss.pp. diferentes del nuestro.
Así las cosas, tomo las palabras de Urbani (2002: 1229), la comparación desempeña un papel importante en campos de la ciencia política que van “desde las teorías sobre el sistema político hasta los partidos y los sistemas de partidos, desde los grupos de presión hasta las técnicas decisionales, desde los parlamentos hasta el proceso jurisdiccional, desde la cultura política hasta la socialización, no hay ningún gran tema de la vida política al que la p. comparada no esté dando una decisiva contribución”
Finalmente, hay que decir que en la p.c. no todo es color de rosa, esta se enfrenta múltiples desafíos que pueden ser ubicados en dos grandes grupos.
1. Existe la tentación de subestimar la actual carencia de madurez metodológica. Para esto, es necesario demostrar cómo se puede comparar bien y cuán relevantes pueden ser los resultados de la comparación.
2. Existe el perjuicio según el cual toda comparación es vana dada la afirmada peculiaridad histórica de cualquier fenómeno social. Si bien es cierto que todo fenómeno político posee aspectos particulares, también es cierto que es necesario entender que esto solo puede ser comprendido comparando. Cabe agregar, entonces, que las generalizaciones en Ciencias Sociales (con todo y lo problemáticas que puedan ser) son la única herramienta que se puede poseer para evitar un estado de total ignorancia en nuestro conocimiento.
En una palabra “las perspectivas de la p. comparada en la actualidad están estrechamente asociadas al nivel de madurez epistemológica de la disciplina y de sus cultores” (Urbani, 2002: 1229).


Notas.
(1) Las menciones hechas en este escrito a la profesora Ripoll son con el debido respeto que merece una persona tan valiosa para la academia.

(2) Por practicidad este trabajo toma los conceptos país y Estado como intercambiables, a pesar de que, por supuesto, no significan lo mismo.

(3) Al respecto véase Sartori (1991) que destaca ante todo la comparación como control.

(4) Este aspecto es importante para que la Ciencia Política sea realmente científica.

(5) Sartori (1991) entiende por métodos de control el método experimental, estadístico y comparado. Y, por técnicas de verificación los 3 métodos anteriores más el histórico.

(6) Sartori (1991) afirma que en ciencias sociales no se pueden contar con leyes del deterministas como las que pueden ser encontradas en las ciencias exactas. Por lo tanto, no siempre ciertas causas generan x efectos exactamente y tampoco x efectos son el producto del cumplimiento exacto de causas específicas.
Referencias.
Eckstein, H. y Apter, D. (comps.) (1963). Comparative politics. A reader. Nueva York: Free Press.
Sartori, G. (1991). Comparación y método comparativo. En G. Sartory y L. Morlino (comp.), La Comparación en las ciencias sociales. Madrid: Alianza Editorial. pp. 29 – 50.
Urbani, G. (2002). Política Comparada. En N. Bobbio, N. Mateucci, & G. Pasquino, Diccionario de política (13a ed.). México: Siglo Veintiuno Editores. pp. 1225 – 1230.
Para Profundizar.
Castiglioni, F. (1997). La Política Comparada. En J. Pinto (comp.), Introducción a la Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba. pp. 113 – 135.
Lijphart, A. (1971). Compartive Politics and Comparative method. American Social Science Review. Traducción al español en R. Reyes (Ed.) (1991), Terminología científico social. Aproximación crítica. Madrid: Anthropos. pp. 65 – 84.
Sartori, G. (1984). La política. Lógica y método de las ciencias sociales. México: Fondo de Cultura Económica. Cap. IX.

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